Hispanic Heritage Book Fair

Alberto Montero por Cuba presente en el Hispanic Book Fair 2018

Hispanic Heritage Literature Organization / Milibrohispano celebra el 1st. Hispanic Book Fair  2018  en el  Stephen P. Clark Government Center,  111 NW 1st St, Miami, FL 33128, entre el 15 y el 19 de octubre de 2018, de 8:00 AM – 5:00 PM.

Estamos honrados con la participación de Alberto Montero, por Cuba.

Nació en La Habana, Cuba, en 1972 rodeado de un ambiente literario y musical que propicia su inclinación a las letras. Durante su vida como estudiante participa en varios concursos literarios en la categoría de cuento. Lector incansable, su obra ha sido influenciada por autores clásicos y contemporáneos de dentro y fuera de Cuba. Culmina sus estudios de medicina en el año 1997 y en el año 2004 decide abandonar la isla rumbo a Colombia donde vive por tres años para luego definir a Miami como punto de destino para su vida personal y profesional. En el 2015, su cuento “Resto de un verano” fue seleccionado en la categoría de minicuento como parte de la antología publicada con motivo del I Certamen Mundial Excelencia Literaria MP Literary Edition (EE UU). Su poesía ha sido publicada en las revistas literarias Metaforología y Nagari y en el 2016 ve la luz su primer poemario Sol de Nadie, con el cual fue invitado a participar en la Feria del Libro de Miami.

En el Hispanic Book Fair 2018 presentará su nuevo libro Mírame ser ciudad. Este poemario nace de la necesidad de darle voz a la ciudad, a cualquiera de las ciudades de este mundo que se han convertido en refugio para muchos, que han puesto sus calles y plazas a disposición, – no siempre con displicencia – del emigrado. La ciudad como ente vivo, es personaje activo que nos habla en ocasiones en primera persona o hace referencia a las diferentes circunstancias que conforman su rutina diaria, circunstancias que nos incluyen directa o indirectamente. Este poemario intenta utilizar los claroscuros en que vivimos día a día y que sin notarlo van dándole forma a la vida, al entorno, a este mundo que nos rodea y que tomamos muchas veces como garantía de futuro. Es además un canto a la nostalgia, a la desesperación, a la tristeza, a los valores en vía de extinción, es un homenaje a la ciudad que nos acoge con los brazos abiertos y que muchas veces nos estrecha hasta el punto de dejarnos sin aliento.


Mírame ser ciudad
Alguien se ha roto mientras avanza, 
cae a pedazos sin dejar evidencias.
Le han caminado por encima dos muertos
para hablarle del futuro, 
del agua empozada en las grietas del tiempo, 
del árbol donde enterrará la gallina
con dos tiras rojas en cada pata.
Sabe que de tanto romperse
se volverá pequeñas porciones, repetidas en todos los destierros,
convertidas en gargantas que hablarán
de sanación con una prenda judía
y de recuperar la palabra que se derrama
sobre el cuerpo de quién aguante.
Se le ha visto señalar con flechas cruzadas el camino,
escribirse un libro bajo la piel
para sucumbir al regreso.
Mírame ser ciudad,
romperme las rodillas en cada salto,
crecer hacia dentro sin raíces
que me sostengan la palabra.
Grité tu nombre en cada agujero,
respiré el vaho sedicioso de cada frase
con la que adorné la casa,
y solo encontré esta tos
que repugna sin dejarme dormir.
No me has escuchado,
quizás no he dicho lo necesario,
no he puesto las sílabas a rodar adecuadamente
y taponar las goteras por donde escapan las ganas.
Párate frente a mí para que me veas ser ciudad,
abigarrada de gente que ni conozco,
de sabores que no me pertenecen.

Ayer no pude escribir.  
Las palabras eran cuerpos de piedra
estallando a la realidad.
El miedo atiza el insomnio,
lo mezcla con los ruidos apagados
de una ciudad temblorosa y desabotonada.
Hoy escribo sobre la noche,
las manchas nuevas,
la hemorragia cambiándole el tono a la avenida,
el polvo cortando los pulmones.
Escribo sobre el lobo que invitamos a la mesa,
viento sin rostro, olor sin reflejo.
Hago un espacio en esta página
para el verdugo que se encorva,
asesino de anécdotas.
Pongo en sílabas la túnica que nos tejimos
para salir a mirar al cielo,
para llenar el tiempo de plegarias
que algún Dios habrá de escuchar.
Hoy otra vez escribo,
pero ayer, no pude escribir.