Por Pilar Vélez
El nombre de Marjory Stoneman Douglas ha recobrado vigencia durante el último año, gracias a la convocatoria de la Hispanic Heritage Literature Organization, entidad sin ánimo de lucro que organiza el XII Encuentro Internacional de Escritoras, a celebrarse en Miami, entre el 11 y el 15 de septiembre de 2016. Este importante evento, cuyos orígenes se remontan a Arequipa, en Perú, sirve de marco para rendir homenaje a notables escritoras que han dejado huella en cada país que recorre el evento. La décima segunda versión, a celebrarse en Estados Unidos, se ofrece en reconocimiento al legado de esta incansable luchadora norteamericana.
Marjory Stoneman Douglas, nació en Minneapolis, Minnesota, el 7 de abril de 1890 y falleció el 14 de mayo de 1998 en Coconut Grove, Florida, a la edad de 108 años. Desde muy joven, sintió una fuerte inclinación por la lectura y una gran sensibilidad por la naturaleza. En 1912, se graduó con una licenciatura en Inglés de Wellesley College, y en 1914 contrajo nupcias con Kenneth Douglas, unión que duró muy poco, debido a que su esposo era un hombre casado. Este hecho marcó un nuevo derrotero en la vida de Marjory, quien abandonó New England y regresó a Miami en 1915, para fijar aquí su lugar de residencia hasta el final de sus días. Talvez poco recordaba de la ciudad que había visitado por primera vez a la edad de cuatro años en compañía de sus familiares y a la que regresó dos décadas después para trabajar al lado de su padre, Frank Stoneman, en el primer periódico miamense: The Miami Herald. El medio informativo, que aún continua en circulación, sirvió como peldaño en su carrera como periodista y escritora independiente.
Muchas personas que le conocieron personalmente la recuerdan con entusiasmo, admiración y nostalgia. Su nombre está atado a un preciado tesoro, los Everglades y sus frágiles ecosistemas. Su misión fue proteger este hábitat, ante amenazas de que fueran drenado y reclamado para los proyectos de construcción que cambiarían por siempre el orden ecológico de esta reserva única. La batalla que emprendió Marjory por la conservación de las riquezas naturales del sur de la Florida le dieron fama a nivel nacional e internacional, y su nombre figura entre los más renombrados activistas ambientales del mundo. Para frenar los proyectos, lideró una campaña que duró su vida entera. Su corazón, su personalidad decidida, más su pasión y dominio del arte de la comunicación y del lenguaje, fueron recursos esenciales para transmitir un poderoso mensaje que impactó a todas las esferas de la sociedad. En ella convergían la pasión, el liderazgo y la creatividad de escritora, con una marcada objetividad de gran periodista.