Poemas, relatos y cartas de amor en el Día de San Valentín
Agradecemos a los escritores y poetas por compartir con nuestra audiencia esta hermosa colección de poemas y cartas para celebrar el Día de San Valentín. Sus palabras, llenas de emoción y sensibilidad, nos invitan a expresar el amor en todas sus formas, recordándonos la magia de los sentimientos sinceros.
Gracias por ser parte de esta celebración y por regalarnos versos que tocan el alma. 💖✨
Amores inolvidables
Cuando llegué a este mundo, me recibiste entre tus brazos.
Estuviste a mi lado cuando di mis primeros pasos.
Me enseñaste, ayudaste, motivaste y regañaste.
Pasó el tiempo, mami linda, y tu amor me lo dejaste.
Aquel primer amor, el que termina en dolor,
ese beso, esos nervios, el regalo de una flor.
La infancia, la distancia, relaciones que se descuidan,
nos separan de amores, pero nunca se nos olvidan.
Llegaste tú, y en ese momento la vida me cambiaste.
Lo cuento y no lo creen, que con verte me flechaste.
Somos socios y amantes, una química que intriga.
Qué fortuna fue casarme con mi mejor amiga.
Cuando llegaste a este mundo, no contuve la emoción:
un niño, mi hijo, el que agrandó mi corazón.
Me inspiras, me elevas, me enseñaste a querer
porque eres ese hombre que siempre quise ser.
Y me pierdo en tu mirada, no te puedo explicar
lo que siento si te veo al reír y al llorar.
Mi hija, dulce, bella, te hago esta promesa:
prometo ser tu héroe por siempre, mi princesa.

Ricardo Aranda es un autor venezolano que reside en Oregón, EE. UU. Su experiencia como padre, emigrante, multicultural y bilingüe lo inspiró a escribir sobre su familia y su cultura con el propósito de mantener vivas sus raíces y brindar a otros la oportunidad de apreciar los beneficios del bilingüismo y conocer su tierra, Venezuela.
Su más reciente libro, Echando Cuentos de Venezuela, es un homenaje a su país, reviviendo paisajes, sabores y canciones a través de rimas divertidas contadas por sus hijos. Su primer libro, The Things Kids Say Growing Up Bilingüe, explora anécdotas chistosas e inocentes, pero sobre todo auténticas, de los primeros diez años de sus hijos.