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Mis dos tardes con Enrique Laguerre

Mis dos tardes con Enrique Laguerre

Enrique Arturo Laguerre Vélez, nacido el 15 de julio de 1906 y fallecido el 16 de junio de 2005, fue un destacado novelista, cuentista, maestro, crítico y columnista de Puerto Rico.

Por Ada Torres

Un día como hoy nació el nominado al Premio Nobel de Literatura y autor de «La Llamarada», el gran Enrique Laguerre. Enrique Arturo Laguerre Vélez nació el 15 de julio de 1906 y falleció el 16 de junio de 2005. Fue un novelista, cuentista, maestro, crítico y columnista puertorriqueño.

Tuve el colosal honor de realizar lo que creo fue la última entrevista televisiva que concedió don Enrique antes de su partida. Antes de eso, mientras estudiaba periodismo y literatura en la universidad, quise entrevistarlo para una crónica. Me recibió amablemente en su casa, sentado en su fiel mecedora de la que no se movió durante nuestra conversación. Hubo café, que imaginé salido de las manos de su personaje Juan Borrás, hijo de un pequeño cafetalero en «La Llamarada».

Cuando lo conocí, yo tenía 21 años, y él era mi santo grial: nada me parecía (y todavía me parece) más sublime que una vida entregada a las letras y la cultura.

A diferencia de sus contemporáneos como Francisco Matos Paoli y Abelardo Díaz Alfaro, quienes cultivaron la poesía y el cuento, don Enrique fue, ante todo, un brillante novelista. Muchos lo consideran el autor que sentó las bases de la novela canónica puertorriqueña, que, en estos tiempos, busca cómo reconfigurarse ante tantos retos.

En ambas entrevistas hice pocas preguntas. Había renovado mis lecturas de él en preparación, pero hay personas a las que, si una es buena entrevistadora, solo hay que dejar hablar. Don Enrique tenía pesares, sí que los tenía. Le embargaba la frustración por la falta de renovación y progreso en nuestro sistema público de enseñanza, y ya han pasado más de treinta años de esto. Sus palabras fueron tan relevantes entonces como ahora.

«En el acervo literario puertorriqueño, posiblemente haya otros cuentos de mejor hechura artística (que estos), y que respondan mejor a las técnicas del género, pero era preciso ajustarse a las normas educativas que impone un grupo escolar determinado».

Qué pena decirle, querido maestro, que poco ha cambiado. Estamos en el mismo estancamiento, sin saber cómo manejar a estas nuevas generaciones que necesitan y exigen otras vías y estrategias para acercarlos a la belleza y al amor por la literatura, especialmente la nacional que nos forma en nuestras raíces. Pero también están ocurriendo otras cosas, don Enrique, cosas maravillosas y revolucionarias que no nacen de quienes nos educan formalmente, sino de movimientos colectivos que saben cómo transmitir la necesidad de construir un pueblo en contacto con su cultura, su historia (la verdadera, no la acomodaticia) y sus letras.

Eso, y no otra cosa, separa a los pueblos de gran espíritu, de los que languidecen. Gracias, don Enrique, por tanto.

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Notas editoriales:

Ilustración del arte digital: Revista del ICP núm. 1: Homenaje a Enrique Laguerre ~ Instituto de Cultura Puertorriqueña

Enrique Laguerre dejó un legado literario notable con obras como «La Llamarada» (1935), «Solar Montoya» (1941), «30 de febrero» (1943), «La Resentida» (1944), «La Resaca» (1949), y «Antología de Cuentos Puertorriqueños» (1954). Su prolífica producción también incluye «La Llamada de Pancho Villa» (1955), «La Ceiba en el Tiesto» (1956), «Pulso de Puerto Rico» (1956), «El Laberinto» (1959), y «Enrique Laguerre Habla Sobre Nuestras Bibliotecas» (1959). En «Cauce sin Río: Diario de mi Generación» (1962) y «Obras Completas» (1962), Laguerre profundiza en temas contemporáneos, mientras que «La Responsabilidad de un Profesor Universitario» (1963), «El Jíbaro de Puerto Rico: Símbolo y Figura» (1968), y «La Poesía Modernista en Puerto Rico» (1969) reflejan su interés en la educación y la cultura. Entre sus otras obras se encuentran «El Fuego y su Aire» (1970), «Los Amos Benévolos» (1976), «Polos de la Cultura Iberoamericana» (1977), «Infiernos Privados» (1986), «Por Boca de Caracoles» (1990), «Los Gemelos» (1992), «Proa Libre Sobre Mar Gruesa» (1995), y «Contrapunto de Soledades» (1999).


Sobre la autora:

Ada Torres Toro es periodista investigativa y autora ganadora del Premio Nacional de la Novela 2023 del Pen Club Internacional de P.R. por su novela histórica Absenta dulce, que se publicará en España en octubre de 2024. Torres Toro es Exalumna Distinguida de la USC.

Comenzó su carrera como corresponsal de conflictos bélicos en Nicaragua, El Salvador, Panamá, Israel, Palestina y Haití. Ganó sus primeros dos premios literarios de ficción cuando apenas estaba en escuela intermedia y fue presentadora de noticias televisivas durante veinte años. Fue mujer ancla de prime time de Noticentro cuando el noticiario llegó a ser el de más audiencia en el país. La carrera de Torres Toro abarca la televisión, radio, prensa escrita y la literatura.

Desde adolescente, comenzó a viajar extensamente y nunca ha detenido su deseo de descubrir cada rincón del mundo. Al día de hoy ha viajado a 65 países, y el impacto de haber experimentado y estudiado diversas culturas es una influencia contundente y universal que permea en su obra.

También es la autora de las novelas Amores Innecesarios (2021), Paloma Palomero (2023) y Cuerpos desechables que se publicará en el verano de 2024.

Más info en: adatorrestoro.com