Una Navidad inolvidable
Cuando tenía 18 años, mi papá nos llevó a mi mamá, a mi hermano y a mí, a pasar las navidades con una dulce viejita llamada Carolina de Soto y su familia. Hasta esa fecha, siempre pasábamos la Navidad en casa y los vecinos iban y venían. Aquella Navidad, papá decidió hacer algo diferente, ya que, siendo huérfanos de abuelos, mi hermano y yo sentíamos que algo faltaba. Fue entonces, al llegar a esa casa, que todo cambió. Estaba repleta de gente: hijos, hijas, hermanos, hermanas, primos, primas, tíos, tías, amigos, amigas, vecinos y conocidos.
Cuando llegamos, Carolina, tan bella y frágil, estaba sentada en aquella silla antigua, con un vestido largo de flores, muy sencillo como ella, pero sin duda era la persona más hermosa y fascinante de toda la fiesta. Para mi hermano y para mí, fue como amor a primera vista: la abuela soñada, tierna, dulce y cálida, con su gran sonrisa recibiendo a todos sus invitados. Era como una reina muy humilde. Nos dio un abrazo y un beso con ese cuerpo tan delgado y lleno de arrugas, que había que tocar con mucha delicadeza para que no se estropeara.
⸺Mucho gusto Nasbly⸺ saludó con ternura. A sus 75 años había enviudado muchos años atrás, pero con dos hijos y dos hijas, todos casados y con descendencias, aquella casa estaba repleta de gente muy feliz.
Los Sotos eran primos de mis primos por parte de mi papá. En mis 15 años, uno de ellos nos acompañó a los parques Disney en Orlando, pero Alejandro, quien, me llevaba un par de años, me resultó un joven muy insoportable y pensar que tendría que pasar aquella Navidad con él y su familia me parecía muy aburrido.
Aun así, no quise quitarle la emoción a mi papá y con mi mejor sonrisa entré a saludar a todos en aquella casa donde se encontraría Alejandro quien seguía tan pesado como siempre. Lo que nunca imaginé fue que aquella Navidad sería una de las más bellas de mi vida porque desde
entonces Carolina de Soto junto con mi mamá sería la reina de mi corazón, mi abuela eterna, que siempre me uniría a mi nueva familia a pesar de la distancia y las diferencias de caracteres.
Nasbly Kalinina
#anecdotas #milibrohispano #tradiciones #hispanidad
