Creación literaria Cuento y relato Primera Plana

Un paseo por el parque

Un paseo por el parque

Por LaRupra

El agobiante estrés de su trabajo y la zozobra de su desgastada relación familiar, la hacen sentir cada vez más agotada. Karla emprende su ritual de las cinco de la tarde, luego de dejar atrás las paredes detestables de aquella oficina y a sus compañeros, quienes murmuran a sus espaldas y la tachan de loca.

Saca de su bolso una peluca negra y lacia que le oculta muy bien sus rizos; su vestimenta pasa de ser un pantalón y una camisa formal a un vestido colorido, claro está, sin brillantes, pues le parecen estrafalarios. Se coloca las pestañas postizas, se delinea con esmero los labios, se pone un poco de rubor para resaltar el rostro angelical que siempre la ha caracterizado y, por último, saca los acostumbrados zapatos negros de tacón alto y plataforma desgastada.

Delicadamente arreglada, sale a tomar un taxi con rumbo al parque central. Aquel citadino oasis prominente de árboles espesos, una que otra flor resistiendo al otoño, perros que olfatean y orinan dejando saber a la naturaleza su presencia, bohemios leyendo o simulando leer mientras cabecean aquel libro, y risas… muchas risas de niñas y niños acompañados de sus madres que los miran con amor y orgullo (a pesar de haber maldecido su existencia unos segundos atrás). Entre ellos, se encuentra Ana, o «Nana» como a ella le gusta llamarla: una hermosa niña de rizos castaños y rostro angelical heredado de su padre; aquella hija que la vida le privó en el momento que eligió dejar de ser Carlos.