Columnas

Escritores a quienes no les gusta leer ¿Es posible? Pilar Vélez nos presenta una reflexión sobre la necesidad de adquirir el hábito de la lectura y más aún, tratándose del oficio del escritor.


Cuento inspirado en la obra de la Teresa Margolles Sierra que retrata escenas cotidianas de la violencia en México y en muchos países del mundo.


Leer es una de las acciones más fascinantes, no sólo por el reto que representa la búsqueda de las similitudes, contradicciones, serendipias o el trabajo que representa hilar, hilvanar, unir ideas, conceptos, imágenes, intenciones y los deseos más íntimos de las partes.


Los sapos del manglar, cuya faena era mantener el orden de la laguna, tenían un grave problema con las mariposas. No sabían qué hacer con ellas.


Pascual es un abuelo residente de uno de los cinco Hogares de Ancianos de la localidad de Vicente López en Argentina. Permanece sentado frente a la ventana. Su mirada escruta esperanzado algún punto perdido en el exterior.


¿Quién no quiere una niñera que convierte la tina en un hermoso océano lleno de delfines? Así cualquier niño se mete a bañar sin rezongar. ¿Quién no quiere una nana que nos saque a media noche a bailar con los faroleros?


Ahora por fin comprendo, a mis sesenta y tres años, que mi padre estaba equivocado cuando decía: «A la fuerza ni los zapatos entran, m’hija». Así me advertía de niña, arrullándome en la hamaca, a la sombra del framboyán, cuando caía la noche.